18 Feb Qué es el Kaizen – Caso Práctico
Un ejemplo de Kaizen (Mejora continua)
Vamos a centrarnos en un ejemplo de Kaizen, que en otra entrada de blog, ya hablaba con algo más de teoría (pero tampoco demasiada) sobre qué es eso del Kaizen, así que como autocitarse es gratis, ahí la dejo por si apetece: (qué es el kaizen)
Este es el caso de un pequeño comerciante que vendía pescado en un mercado de abastos de un pueblo de Jaén.
Con los cambios de hábitos sociales (y más concretamente en su pueblo), este comerciante notó que aunque el negocio no iba mal del todo, que a fin de cuentas le daba para tener un sueldo básico y pagar facturas, cada vez empezaban a faltar más clientes que antes eran habituales y estaban siéndole “infieles” con las grandes superficies.
La historia de un comerciante de una plaza de abastos de pueblo... Que le estaba cayendo el negocio poco a poco Clic para tuitear
Después de mucho preguntar haciendo su propio «estudio de mercado», la respuesta que más se repetía era: “chico, es que es más cómodo”. Y es que los clientes aprovechaban para hacer toda la compra, tenían más variedad a su disposición, alguna que otra oferta gancho, aparcamiento en la puerta, envío a casa si hacía falta, una calidad razonable… Eso sí, seguramente el producto no era tan bueno como el suyo, que el tipo siempre había tenido fama de buen ojo en las lonjas a la hora de elegir género (eso es hacer marca, recordemos).
Dando vueltas a ese comentario de «es más cómodo» que tanto le repetían los clientes, el tipo, que igual que todos, estaba en más grupos de whatsapp inútiles de los que podía soportar, al tipo se le ocurrió probar a crearse uno (útil en este caso) con sus clientes más habituales. Así que se comprometió a enviar todas las mañanas (madrugadas más bien, que las lonjas abren pronto), precios, gama de productos, ofertas y fotos de lo que iban a poder encontrarse en su puesto.
Qué tal si hacemos algo para contar todas las mañanas lo que nos hemos encontrado en la lonja... Clic para tuitear
Pocas semanas después, el grupo de whatsapp ya había llegado al límite que en ese momento permitía la aplicación y la gente reenviaba las ofertas de este buen señor, que dicho sea de paso, se instaló la aplicación en un ordenador y lo puso en una pantalla grande en su puesto del mercado, para poder atender a los pedidos por ahí.
El caso de éxito, que desde luego lo es y mucho, no acaba, porque hasta donde yo sé, continúa con su actividad y sigue yendo a más e implementando constantemente nuevas ideas (que funcionarán o no, pero ahí están). En este caso, lo vamos a dejar con que el puesto acabó teniendo cinco trabajadores más: uno atendiendo el whatsapp y el teléfono para tomar nota de los pedidos, dos echándole una mano para prepararlos y otros dos para hacer envíos a domicilio…
Y poco a poco... Un comerciante al que se le iban los clientes, pasa a tener cola Clic para tuitear
Y así convirtió un puesto en su mercado de abastos venido a menos, en la primera “telepescadería” de la zona… Eso sí que es un caso de éxito y un aprovechamiento de las nuevas herramientas… Y todo porque se empeñó en hacer algo por mejorar lo que no le parecía que funcionase lo suficientemente bien… Da que pensar eh!
Por cierto… Esto que acabo de hacer se llamaría storytelling… O lo que es lo mismo, contar una historia (real, en este caso), que nos haga entender y recordar algunos conceptos interesantes… Que así explicados, los anglicismos estos se entienden mucho mejor… ¡Vaya! Me toca hacer otra entrada de blog desarrollando esto un poco… Así no acabo ¡eh!
Gracias por leerme!
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