Cuando me refiero a un proyecto de marketing, según los suelo abordar en las empresas con las que trabajo, son un conjunto de acciones y disciplinas aplicadas para lograr la consecución de objetivos, en cada caso es necesario componer una batería distinta, pero vamos a intentar desglosar uno que sirva de referencia.
Un proyecto de marketing efectivo debe ser 100% personalizado, pero en rasgos generales, puede seguir un esquema similar, independientemente de la profundidad, complejidad o duración que hayan tenido… Así que este ejemplo (en este caso, no real…o igual sí) servirá como genérico, a modo de método de «El Caso«, tan usado en escuelas de negocio.
Tras unas cuantas reuniones con la dirección y los trabajadores, se detectan las áreas de mejora y qué es posible implementar para reconducir la empresa hacia donde se ha planteado
En base a lo detectado, se plantean soluciones concretas que sean viables con las particularidades de este caso, descartando otras posibles y deseables, pero más complejas de implementar.
Comienzan los cambios que paulatinamente se van aplicando y en caso de que durante el proceso se estime necesario, se modificarán las soluciones iniciales para readaptarlas.
Una vez finalizado el proceso, es imprescindible fijar los cambios realizados y asegurarse de que «todo lo nuevo», continuará llevándose a cabo por personal propio de la empresa.
Una empresa con mal ambiente generalizado, con demasiadas líneas de trabajo y una imagen anclada en el pasado. Todo ello genera escasos ingresos, lo que aumenta las tensiones en el equipo. Los clientes no prescriben sus servicios y son escasamente fidelizables. No se logra transmitir ningún rasgo distintivo o ventaja sobre los competidores.
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Tras el proyecto de marketing, la nueva marca y comunicación sirve como revulsivo para el equipo de trabajo, que se siente partícipe de ella. El cambio en el comportamiento, tanto de la dirección, como del equipo de trabajo, provoca una mejora drástica de la percepción de satisfacción del cliente, que reconoce la especialización y la calidad; con esto conseguimos que consuman y prescriban la empresa.
En un ejemplo como este (recuerdo: no es real, pero podría serlo), ha sido necesario aplicar muchas de las áreas de trabajo en las que me especializo (consultoría, marketing, comunicación, consecución de objetivos, marcas, web…) y posiblemente la colaboración con profesionales especializados en alguna de ellas (según complejidad). Es por ello por lo que cobra especial importancia una visión de conjunto y una propuesta completa que cubra estratégicamente todas las áreas de actuación.
Se trata de un proyecto de marketing largo, de 6 meses (rara vez deben ser mayores con esta intensidad), en el caso de una nueva marca, una nueva web o un reenfoque de la estrategia de marketing o comunicación, los proyectos obviamente se redimensionan en tiempo, a uno, tres o los meses necesarios.
